5 errores frecuentes en la autoedición
Vamos a ponernos en lo peor. Hemos editado un libro por primera vez y, como la cosa está muy mal, para ahorrarnos unos eurillos hemos prescindido de un maquetador y nos hemos aventurado nosotros mismos a ello. Ya lo tenemos impreso y cuando lo vemos, la ilusión inicial se torna decepción, si no sonrojo. No sabemos exactamente por qué pero...