Consejos a la hora de corregir tu texto
Lo primero a la hora de corregir un texto es olvidarnos que lo hemos escrito nosotros. Debemos enfrentarlo como si se tratara de un trabajo ajeno del que nada sabemos. Por eso es tan difícil corregir nuestros propios escritos. Por norma general, cuando entramos en la fase de revisión, nuestro texto lo suponemos definitivo pero para llegar a eso ya hemos escrito y reescrito infinidad de veces. En nuestra memoria aún quedan párrafos que luego modificamos, expresiones que cambiamos, partes que eliminamos y otras que añadimos. Por otra parte conservamos una copia en la memoria de todo lo que hemos hecho y cuando revisamos de nuevo nuestro propio texto es más que probable que en algún momento no leamos lo que está realmente escrito sino lo que recordamos haber escrito. Por eso es tan importante que una persona que no haya escrito el texto sea quien lo revise, ahí radica la importancia de un corrector. De todas maneras si preferimos embarcarnos nosotros mismos en esa tarea lo más importante es la concentración.
Lo primero que debemos hacer es mirar. Una revisión superficial de cada página nos revelará las propias marcas que el editor nos da subrayadas en diferentes colores y que nuestro cerebro ya se ha acostumbrado a ignorar; mayúsculas a inicio de párrafo, espacio después de la coma pero no antes, dobles espacios, sugerencias gramaticales... etc. Debemos revisar una a una todas las marcas, incluso esas que sabemos que están correctas, como los guiones de diálogo que Word nos marca como errata si está pegado a la palabra cuando en realidad es así como lo tenemos que hacer.

Una vez que hemos verificado todas esas marcas debemos repetir la revisión leyendo atentamente párrafo a párrafo. Leyendo lo que verdaderamente está escrito. Puede haber erratas que Word no detecte debido a la polisemia y la homonimia o palabras que no son incorrectas ortográficamente pero si semánticamente. Por ejemplo. En "Te echo de manos" el programa no detecta error ninguno porque manos es una palabra correctamente escrita. Pero lo que pretendíamos escribir era "Te echo de menos". Las prisas conducen a errores que más tarde detectaríamos y nos avergonzarían porque de sobra sabemos que vaca es con v y hecho con h pero también existen baca y echo.
La tarea de corrección es lenta, ha de ser lenta. Ve párrafo a párrafo y cuando tu concentración se debilite, para, tómate un café o da un paseo, lo que sea, pero no intentes corregir con prisas.