"Editar" y "Publicar" no son sinónimos

11.11.2024

De hecho son dos tareas que nada tienen que ver entre sí. Como ya sabemos de qué hablamos y en qué contexto, vamos a dejar a un lado las definiciones de la RAE y vamos a ir directos al grano. Editar no es ni más ni menos que construir un libro. Partimos de un manuscrito, un contenido escrito, por lo general en un archivo de texto, nuestra novela, poemario, ensayo o lo que sea. Ya debe ser un archivo definitivo en cuanto al contenido, es decir, su autor ya lo ha releído cientos de veces, lo ha corregido, lo ha modificado, lo ha vuelto a releer y a corregir y en un momento dado considera que el trabajo está acabado, es el manuscrito definitivo. Ahí comienza la edición y consiste, como ya dijimos, en componer un producto físico que podamos imprimir y encuadernar, un libro. Las fases que componen la edición son las siguientes: 

Diseño editorial; donde se decide de antemano el aspecto final del producto.

Revisión ortotipográfica; donde depuramos el texto para que no contenga ningún tipo de error ortográfico ni gramatical ni erratas de tecleo.

Maquetación; donde componemos el texto página por página, desde la primera a la última siguiendo las pautas definidas en la primera fase. Lo que se denomina cuerpo del libro.

Diseño de cubierta; donde creamos las tapas del libro con su correspondiente contenido y el lomo.

La edición está terminada. A partir de ahí el manuscrito ya no es un manuscrito sino dos archivos, cuerpo y cubierta, listos para ser impresos.

El proceso de impesión es el nexo entre edición y publicación
El proceso de impesión es el nexo entre edición y publicación

Publicar, en cambio, consiste en poner a disposición del público el resultado de la edición, es decir, los ejemplares que han salido de imprenta. Publicitarlos y distribuirlos por cualesquiera de los métodos disponibles; distribuidoras, librerías, plataformas on-line, etc... En definitiva, ponerlos a la venta.

Generalmente lo que conocemos como Editorial se encarga de todo el proceso de edición y publicación y de ahí que podamos confundir uno con el otro. Sin embargo, para los autores que auto-publican es imprescindible conocer y entender la diferencia y las consecuencias que conllevan porque sobre ellos recaen ambas responsabilidades. El autor que auto-publica es autor, es editor y también es editorial, haya contratado o no servicios para todos o para algunos de los procesos que acabamos de describir. Cuando este concepto no está comprendido del todo aparecen las sorpresas.

Si tu obra ha sido publicada por una editorial tradicional eres un autor publicado. Cuando has contratado los servicios de una empresa de servicios editoriales, o editorial de auto-edición, eres un autor o autora, auto-publicada. No importa sí su "sello" aparece en tu portada. No es nada de qué avergonzarse, ojo, en Graficticia.studio también auto-publicamos nuestros propios trabajos, pero es necesario entender cómo funciona cada una de ellas para evitar sorpresas desagradables. En esta entrada hablamos de la diferencia entre editorial tradicional y editorial de auto-edición.

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