Uso correcto de los guiones de diálogo

05.11.2024

El uso correcto de los guiones de diálogo corresponde a la fase de revisión ortotipográfica, por tanto debe hacerse antes de comenzar a maquetar. También suele ser una asignatura pendiente entre auto-editores y es precisamente una de las cosas que pueden echar a perder un buen trabajo, tanto si pretendemos editar nuestro texto para publicarlo como si lo enviamos a algún certamen literario. La raya, que es como se denomina el guion largo, tiene unas normas de uso y si las ignoramos, a ojos de un jurado puede tener una importancia similar a las faltas de ortografía. Si lo que tratamos es de editar nuestra novela, los diálogos mal escritos dificultarán la comprensión y la lectura fluida y, lo peor de todo, darán un aspecto chapucero y amateur a nuestro trabajo y solo lo comprenderemos tras haber impreso la obra. Es una de esas cosas que no percibes cuando lees un libro pero, luego, cuando ves el tuyo, notas que algo no está como debería estar. Esta puede ser una de las razones, aunque hay más.

Bien, en primer lugar, cuando nos dispongamos a escribir un diálogo deberemos usar la raya o guion largo; este (—). No. no vale el guion bajo (_) ni vale el guion corto (-) La raya es lo que se usa para indicar un diálogo.

   —¿Lo hemos comprendido?

   —Sí.

   —Vale, entonces prosigamos.

Como veis, el guion va pegado a la primera palabra por delante, sin espacio. El Word os lo marcará como incorrecto pero no le hagáis caso. La norma dice que es así, pegado, sin espacio. En la narrativa no se indica el nombre del que habla, eso es en textos dramáticos (para ser interpretados). En la narrativa debe entenderse por el contexto.

Cada línea de dialogo pertenece a un solo hablante, termina con un punto, no se cierra con raya y el interlocutor responde en la siguiente línea, con mayúscula y su correspondiente sangría de comienzo de párrafo.

  —Estoy hablando yo, no me interrumpas.

  —Vale, vale. Perdona.

Cuando el diálogo es interrumpido por incisos del narrador y después prosigue, el inciso va entre dos rayas, pegadas al inciso por delante y por detrás.

   —No parece muy complicado —dijo ella—, voy a intentarlo.

Aquí la frase que interrumpimos es (No parece muy complicado, voy a intentarlo) y hemos introducido el inciso justo antes de la coma. Esa coma se añade detrás de la raya de cierre del inciso (—dijo ella—,) la coma, el punto, los dos puntos, el punto y coma o lo que sea que divida la frase va después de la raya de cierre del inciso y el diálogo se retoma en relación a ello; si es un punto con mayúscula, si es una coma con minúscula. Si el diálogo no continúa tras el inciso del narrador, este no se cierra con raya sino con punto.

   —No parece muy complicado, lo intentaré —dijo ella.

Cuando el inciso del narrador comienza con un verbo de lengua, como el ejemplo de arriba, (dijo, exclamó, protestó, redarguyó...) el inciso comienza con minúscula aunque la frase anterior termine en signo de interrogación o exclamación con valor de punto.

Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de lengua y el parlamento precedente constituye un enunciado completo, las palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula.

  —No parece muy complicado, lo intentaré. —Se levantó y se puso manos a la obra.

Si el inciso del narrador interrumpe un enunciado por la mitad, es decir, sin haber pausa, coma, punto, etc... El inciso comienza siempre en minúscula.

   —No me parece muy complicado, así que —poniéndose manos a la obra— lo intentaré.

Por último, si el inciso del narrador concluye con un punto y la intervención del personaje prosigue, el punto del inciso va después de la raya de cierre del inciso.

   —No parece muy complicado, lo intentaré —dijo ella—. Este me toma por tonta.

Dejo aquí un enlace con lo que dice la RAE al respecto

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